25 feb 2008

El Sireno

Vale, soy raro. Me gusta el Sireno, la controvertida escultura de la Puerta del Sol, en el centro de Vigo. Y eso que no me llevo muy bien con el arte contemporáneo.
Quizá sea que lleva ya tanto tiempo ahí que ya no me puedo imaginar la Puerta del Sol de Vigo sin él. Antes, hace ya tiempo había una sosa fuente. Ahora hay una escultura original, y para mí, estéticamente bien emplazada. Me encantan las dos columnas, la altura y el pedestal de la escultura.
Y eso que al principio me parecía horrible, pero con el tiempo se ha convertido para mí en verdadera parte de la ciudad, y sería totalmente contrario a su retirada, aunque haya mucha gente que odia esta escultura y se alegraría de que la quitaran para posteriormente quejarse de lo que pusieran en su lugar (deporte oficial de ésta y muchas otras ciudades).
Por ello he abierto la primera encuesta del blog (en la barra lateral), ya que ahora blogger permite hacer esto. ¿Qué te parece el sireno?



Por los resultados de la encuesta, parece que la estatua de momento se queda, y que no soy tan raro. Gracias por participar.

1 feb 2008

Circo 2008

Es un asco la democracia moderna. Es todo menos gobierno del pueblo. Campañas de marketing súper agresivas, promesas que nunca se cumplirán...

Y todo funciona porque la gente necesita creer en algo, ya sea dios, los políticos o en el Barça. Estaría mejor creer en uno mismo y, a partir de ahí, actuar para hacer cosas útiles, en vez de esperar que las hagan otros.

Además esta campaña está siendo especialmente cutre. Los dos "grandes" ya no respetan nada, ni a sí mismos. El de izquierdas ya no es de izquierdas y el de derechas ya no recuerda ni donde quedaba el centro al que pregonaba pertenecer. Ya se sueltan promesas de rebajas de impuestos (que prometen favorecer a los pobres y luego resulta que favorecen a los de siempre) descaradamente, promesas de creación de empleo, guarderías... Falacias todo.

Nada de eso se hará. Seguirá la misma política neoliberal, precariedad laboral, privatización, pérdida de la calidad y cantidad de servicios públicos, atontamiento progresivo de las masas, pérdida de poder adquisitivo, y encima el crecimiento económico ya no les vale a los políticos como excusa, porque se frena.

Se acabó el ladrillo, se acabó el dinerillo. Mientras otros países invertían en nuevas tecnologías, aquí se seguían montando bares e inmobiliarias, y ante todo, levantando moles de hormigón.

Frenado eso, la economía de este país inventado lleno de prejuicios no vale nada. De nada.